dimecres, 28 de desembre del 2016

JUSTO HERNÁNDEZ, IN MEMORIAM

Ens hem assabentat amb uns mesos de retard, de la mort de Justo Hernández Hernández, que fa uns anys es va posar en contacte amb la nostra web i ens envià les memòries de la seva estada al Seminari de la Conreria, En els seus records, molt ben escrits, parlava del rector Mn. Altès, i de professors com Mn. Campo, Mn. Casañas, Mn. Fàbregas o el seu confessor Mn. García-Die, entre d'altres. Justo havia nascut a Alconchel (Badajoz) el 1937 i essent un nen arribà a Barcelona, entrant al Seminari Menor el 1950, on s'estigué fins el 1955. Després marxà a França, amb vint anys, on visqué fins a la seva mort, en concret a Lyon / Villerbaunne. Estiuejava a Blanes. Morí a Barcelona el 24 de juliol de 2016. Les seves memòries, titulades Recuerdos de un ex-seminarista (2007) van ser publicades resumides a la revista Campsentelles (2008 i 2009) i es poden consultar íntegres al web de l'Arxiu de la Memòria Popular de la Roca del Vallès (Barcelona). Un altre obra seva és: Los Panduros de Alconchel. 

Una de les seves filles, Azucena, en nom de la família, ens ha enviat unes fotografies i una nota que reproduïm aquí:

"Justo nació el 12 de febrero de 1937 en Alconchel y se fue el 24 de julio de 2016. Se vino a Francia con 20 años después de casarse con mi madre Carmen. Tuvo cuatro hijos: Mari, Amparo, Azucena y Juan Justo; cinco nietos y seis bisnietos. Fue un esposo, padre, abuelo y bisabuelo de los mejores. Papá trabajó mucho para que no nos faltara de nada. Muy atento con todos nosotros. Siempre escribiendo su biografía, o poesías, o leyendo, siempre cultivándose". 

Justo va mostrar sempre un gran afecte i enyorança pel seu temps al Seminari de la Conreria. De les seves memòries reproduïm aquest fragment que feia de colofó als seus records:

"Justo sueña con la Conrería muchos años después...Anoche estuvo subiendo y bajando por las cuestas de Tiana a la Conrería. Cuanto más tiempo pasa, más cierto está que se dejó algo importantísimo por hacer en aquel cerro. Sueño vulnerado, acción, gesto o palabra no cumplida; abandono de un proyecto, desgarro en el joven corazón de Justo joven, que vuelve a desgarrarse en Justo viejo. Este relato no tiene fin. Como no lo tienen los sueños de Justo. Ni sus ilusiones perdidas, ni su subir y bajar por las cuestas de la Conrería. "Soñaba pues el ciego que veía, y como nunca viera, soñaba lo que quería."

Un sentido pésame a su familia y amigos. Amigo Justo, descansa en paz. En nombre de todos los antiguos alumnos del Seminario Menor de la Conreria (Barcelona). 

En estas fotos, vemos a Justo Hernández con otros compañeros de la Conreria, arriba, el primero por la izquierda, tocando la armónica, abajo, el segundo por la derecha. (Fotos cedidas por su familia).